viernes, 8 de marzo de 2013

Entrega a la jueza Mariana Mota de las cartas que llegaron a este blog

Alba Gónzalez y Victoria Prieto, madre e hija de desaparecidos, entregaron a la jueza Mariana Mota la publicación impresa de las cartas que llegaron a la iniciativa “Yo Estuve”, como homenaje en la conmemoración del Día de la Mujer. 

Este espacio tuvo por objeto recoger las expresiones ciudadanas sobre la remoción de la jueza Mariana Mota del juzgado penal donde tenía a su cargo, entre otras, más de 50 causas vinculadas a crímenes cometidos en el marco del terrorismo de Estado.

El “Yo estuve” que encabeza este pronunciamiento a partir de una carta de la escritora y periodista Ivonne Trías, estuvo directamente relacionado con la concentración que el viernes 15 de febrero, en ocasión del acto de traslado de Mota, tuvo lugar frente de la Suprema Corte de Justicia y que dio pie a que los ministros de dicha Corte realizaran una denuncia penal por “ocupación”.
 

Una copia de esta publicación formará parte del Museo de la Memoria, como documento de otra de las tantas luchas populares contra la impunidad.

sábado, 2 de marzo de 2013

Entrega de adhesiones a Mariana Mota



Yo estuve

El sábado 2 se cerró la recepción de adhesiones a la iniciativa “Yo estuve en la Suprema Corte de Justicia acompañando a Mariana Mota”, que funcionó desde el 20 de febrero.

Este espacio tuvo por objeto recoger las expresiones ciudadanas sobre la remoción de la jueza
Mariana Mota del juzgado penal donde tenía a su cargo, entre otras, más de 50 causas vinculadas
a crímenes cometidos en el marco del terrorismo de Estado.

El “Yo estuve” que encabezó este pronunciamiento estuvo directamente relacionado con la
concentración que el viernes 15, en ocasión del acto de traslado de Mota, tuvo lugar frente y
dentro de la Suprema Corte de Justicia y que dio pie a que los ministros de dicha Corte realizaran
una denuncia penal por “ocupación”.

Las adhesiones recogidas aquí serán impresas y se entregarán a la jueza Mota en los próximos días. Otra copia de las mismas formará parte del Museo de la Memoria, como documento de otra de las tantas luchas populares contra la impunidad.


Yo estuve




Siempre somos los mismos», dijo una colega cuando nos encontramos en la SCJ. Pero aunque muchos de nosotros nos conocemos desde las primeras luchas contra la impunidad, los argumentos que nos mueven no siempre son los mismos. Los cambios y las permanencias forman hoy una trama distinta que es bueno explicitar.




Yo estuve

Estuve en la sede de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) el viernes 15 a las 10 de la mañana y me quedé hasta que la jueza Mariana Mota se fue por la calle Soriano, caminando con su familia. 

Estuve allí porque la justa convocatoria se deslizó por una pista aceitada de indignación: la gravísima señal de la SCJ hacia la totalidad de las luchas contra la impunidad. Y la indignación es una señora emoción, de esas que hacen caminar a las reflexiones, las sostienen y si es necesario las empujan. 

Estuve porque el traslado de Mota a la órbita civil es una forma sumaria de desamparar una vez más las causas en las que ella había acumulado el estudio y el trabajo de muchos años. Es inaceptable disfrazar de inocencia un acto de poder como ese y pretender naturalizarlo con tal hipocresía: «¡Felicitaciones señora jueza, es usted la ganadora de un traslado!».  

Porque la campaña contra la jueza Mota ofende doblemente, por injusta y por obvia. ¿Por qué las declaraciones públicas del ministro de la SCJ Jorge Chediak (respaldado por el también ministro Daniel Gutiérrez) reclamando mayores penas para «los menores» así como sus críticas a la lentitud, insuficiencia y benevolencia del Código de la Niñez y la Adolescencia son válidas y las declaraciones de Mota sobre la lentitud y falta de políticas hacia los crímenes de lesa humanidad no lo son? 

Estuve allí porque desde hace muchos años, demasiados, estamos investigando por nuestra cuenta –como víctimas, como familiares, como ciudadanos– crímenes que deberían ser investigados por la Justicia. Ni durante ni después de la dictadura el Estado investigó nada. Y cuando aparecen, como flores en el mar, magistrados que asumen esta responsabilidad se los desprestigia, se los ataca y se los aparta de sus funciones. Y eso no es en aras de mejor servicio: eso es un bloqueo político inaceptable. 

Estuve porque cada vez me resulta más burdo el espanto social ante la nueva marginalización urbana (la que ya no es producto de la pobreza sino de la desigualdad) y el reclamo de penalización severa a los delitos que de allí provengan mientras se perdona, por acción u omisión, a criminales de Estado y a privados poderosos. 
Porque entiendo que la solidaridad debe ser ante todo práctica. Solidaridad con Mariana Mota y esfuerzo de actuar juntos cuando todo alrededor estimula la fragmentación y la quejumbre. 



Estuve porque sé que gestos como este de la SCJ son una fuente poderosa de descorazonamiento, de desrresponsabilización de todos en todo. No quiero vivir en una sociedad así y sobre todo no quiero una sociedad así para nuestros hijos. 

Ivonne Trías

último mensaje recibido

Vivo en otro país hace muchos años, por eso mi ausencia. Sólo física.
Claro que habría acompañado a esta digna mujer, a esta señora jueza.
Me hubiera gustado estar como lo hice cuando la campaña por la amnistía
general e irrestricta, luego por el voto verde, como lo hice en las
primeras marchas de silencio, por justicia, por verdad, para no tropezar
nuevamente con la misma piedra. Hubiera ido convocada por cada uno de
los torturados, asesinados, desaparecidos, porque todos ellos lucharon
por una sociedad más justa.

Qué dolor esta suprema injusticia.


Griselda Franco

miércoles, 27 de febrero de 2013

del 27/2

Estuve manifestandome frente a la SCJ,para no dejar sola a Mariana,por
solidaridad con ella  ante un traslado que no pidio y que es un
castigo,porque no le creo a la Corte el argumento del buen
servivio,porque se de laentrega,responsabilidad .compromiso  y
rigurosidad con que Mariana hace su trabajo.Pero tambien estuve porque
cuando escuche la noticia no quise conformarme,sentí la necesidad de
expresarme ante tan malograda decision,tan traicionera decision !Y
porque tengo derecho a estar y,a manifestar mi repudio a la injusticia
y porque mas allá de Mariana se olìa que este hecho que se quiso
mostrar como un mero acto administrativo  fue  parte  preparatoria de
lo que vino después.Fue un alerta y en alerta estamos .......Yo estuve
para decirle gracias a Mariana.

Emilia Nair Ruzo Lacuesta

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Yo estuve en la suprema Corte ese día.

Yo también estuve en a suprema Corte el día que la jueza Mota debía
jurar el cargo por el que estos miembros del SCJ la intentar alejar
de su trabajo y de sus expedientes.

Soy fotógrafo pero fuí como ciudadano y sin embargo me llevo dos
imágenes que no saqué pues sólo las registre con mis ojos.

La primera fue cuando estábamos todos en el pasaje de los derechos
humanos (extraño nombre el de ese lugar ese día) alrededor de la
escultura de Pali Lorente, nos mirábamos, gritábamos consignas, yo no
sabía que esperábamos, en un momento apareció un tumulto y me pare en
punta de pies, en el centro de un grupo de periodistas vi la cabecita
de la jueza Mota que intentaba avanzar, al llegar a los primeros
escalones del ingreso ya todos la reconocieron y empezaron los aplausos,
esta mujer con su blusa negra sin mangas tenía una extraña dignidad, se
giró y sus ojos recorrieron los tal vez dos mil ciudadanos y ciudadanas
presentes, en ese momento esta jueza, mujer, sola, avanzando con su hija
y su marido, con toda ese pueblo alrededor, esa gente aplaudiéndola,
encarnaba la dignidad de la justicia o lo que los uruguayos de a pié
creen que puede ser la justicia.

La otra imagen, ya dentro de el edificio Pira, la gente gritando su rabia
y este sr. portavoz de la suprema corte que bajaba y subía la escalera
nervioso en su traje impecable, en su camisa blanca, en su corbata de
revista, buen representante de eso que nos tratan de vender como justicia
pero es un símil, la apariencia de algo que no sabemos que es, tal vez me
hizo pensar en las camisas de estos señores de la suprema corte, siempre
impecables, ¿será así la justicia?

Me tuve que retirar por razones de trabajo antes de que los nervios  de
algunos funcionarios timoratos  los hicieran llamarán a los coraceros.

Sólo vi dignidad y bronca ante un nuevo amedrentamiento a una jueza que
intentaba hacer su trabajo con dignidad.

No la dejaron, en Uruguay hay una larga lista de jueces trasladados,
corridos, mutados, tal vez si cada vez que estos señores de camisa
impoluta hacen cosas oscuras los ciudadanos les hacemos saber nuestra
opinión, tal vez solo entonces se remanguen sus camisas y se pongan a
impartir justicia y no a amedrentar jueces justos.



Juan Ángel Urruzola
juanangel@urruzola.net

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Aunque razones de salud me retuvieron allí estuve por la dignidad, por
el futuro

Ada Cristina Pastro Bonfiglio

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Acompañé a Mariana el viernes 15 de febrero porque vivimos en una sociedad humana
en que la coherencia es una palabra demasiado abusada y escasamente aplicada. Si
no reunimos los actos con las palabras que expresamos, la credibilidad se esfuma.
Si la credibilidad desaparece no tendremos autoridad alguna para transmitir
valores a quienes vienen detrás.

No podemos hablar contra la violencia y la inseguridad si permitimos que quienes
violaron, mataron, secuestraron, torturaron y SIGUEN desapareciendo a  personas
como cualquiera de nosotros, sean investigados y condenados por lo que hicieron.
La autoridad para hablar de "inseguridad" se diluye en esta contradicción como
sociedad. Si no queremos que nuestros hijos y nuestros nietos vuelvan a vivir lo
que nuestra generación sufrió y continúa sufriendo en la búsqueda de los desaparecidos
tenemos que poner lo mejor de nosotros para conocer la verdad, para no olvidar y
para hacer verdadera justicia con cada situación, cada individuo y cada colectivo.
Debemos respetar los tratados internacionales firmados por Uruguay. LOS CRÍMENES
DE LESA HUMANIDAD NO CADUCAN JAMÁS.

El 15F de Uruguay quedará marcado como el viernes en que tapamos el Pasaje de los
Derechos Humanos con pies de niños, abuelos, padres y jóvenes.
No hubo convocatoria de un colectivo determinado. Fueron los perseverantes y dignos
Hijos, Familiares y Sociedad Civil...pero la mayoría de los cientos de personas íbamos
impulsados por la indignación y el agradecimiento.
De esas dos pulsiones se impregnó el aire y se nutrieron las proclamas y los aplausos.
Mariana pasó a ser un estandarte y está bien que sea así...porque el ejemplo de las marianas
construye la esperanza en otro mundo posible y mejor.
Pero...pero...al centro de todo esto está la madre, la compañera, la hermana, ...la mujer.

En su mochila había cargas inmensas de angustia, de rabia, de impotencia, de frustración
porque el poder parece que se lleva todo por delante. A esa mochila, entre todos le sumamos
la necesidad de que nos representara...Hasta le pedimos a coro que no firmara lo que no podía
evitar en ese acto. Condujo la presión con la dignidad con la que anda por la vida. No ocultó
sus emociones, apenas intentó contener lágrimas que drenaban mezclas extremas de sentires muy
hondos. Pero al fin...la responsabilidad de cargar con toda la expectativa de un pueblo, de una
sociedad que reclama en su persona lo que todos decimos que "hay que hacer", pero pocos llevamos
luego a acciones concretas, como ella.
La mejor manera de acompañar a Mariana es seguir su ejemplo en nuestras vidas cotidianas.
Algunos tendremos trincheras más gruesas, otros más delgadas...pero todos tenemos una
trinchera que ocupar. Frente a ella y permanentemente, sus tres hijos y su compañero...

Felizmente Mariana tiene retaguardia y lo merece. Al fin y al cabo, por suerte, somos
todos humanitos, y...aunque Mariana es bastante más humanita que los demás, en el fondo
reclama las mismas cosas que cualquiera de nosotros:
ser feliz y que lo sean sus afectos junto al resto de la humana comunidad. Todo, todo sobre
su mirada, sus oídos, su cabecita y su corazón mientras esperaba a que los señores injustos
le dieran el papel para firmar que deja de encarar a violadores para dedicarse a divorcios,
herencias y pleitos de vecinos.
Un despropósito que alguien va a tener que explicar...más allá de la independencia de poderes...
que, al final... es medio como los "objetivos" nóveles de Paz...
Ya pasó en España con Garzón, ha sucedido en Italia con los históricos jueces que fueron
dignos ante la cossa nostra...
Por algo a la justicia se le tapa un ojo cuando se la representa.
Estamos en una etapa de cambios que trascienden al Uruguay.
La gente del planeta está perpleja y empieza a liberar su silencio y su resignación...

Le damos premios noveles de paz a los pincipales invasores de países y de vidas.
Ocurre en la Primavera Arabe...pasa en Occupy Wall Street... sucede en Lacandona con Marcos
y los zapatistas ...nace en México entero con el "Soy el 132" ... brota en los mapuches
intentando proteger a la perforada pacha mama, se manifiesta en los estudiantes chilenos,
con Camila a la cabeza, repicó este 15 F en el pasaje de los DDHH de Montevideo ... se expresa
en definitiva en quienes le pusieron este nombre de movilización espontánea en las plazas de
España en marzo de 2010:
Movimiento de los Indignados
Lo de Mariana es un honor para todos los uruguayos y la coherencia entre el discurso y
la realidad. Si hubiera pasado desapercibida, simplemente habría quedado claro que no incomodaba
al statu quo.

Pero resulta que sí...Blandiendo los principios , los valores, las raíces en las cuales creemos,
Mariana no agachó la cabeza ante el poder establecido.
Puede seguir con la mirada franca y segura:
puede mirar a sus hijos y a los de todos los demás y sus ideas tendrán la fuerza de las palabras
que se acompañan de acciones.
En el acto demorado quedamos "encerrados unas cuantas personas. Entre ellos muchos miembros de la
prensa. Vi cómo en algunas de las conversaciones que mantuvieron con Mariana, alguna de estas
periodistas tenía los ojos empañados mientras la miraba y la escuchaba...ambas con una media
sonrisa melancólica, conmovidas hasta los huesos...Mariana y la periodista...Mariana y todos
nosotros.

Mariana salió siempre hermosa en su imagen...porque fue reflejo de sus actos.
Y así seguirá siendo...

Y si hay que acudir con lo mejor de nosotros para salvar el porvenir, gente como Mariana es
la que precisamos y de su ejemplo debemos nutrirnos.
Nos das fuerza!. Nos das convicciones...
Nos das, sobre todo:
esperanza ...que, según Aristóteles, representa "el sueño de un hombre (y una mujer) despierto".
Gracias, Mariana!...esperemos todos ser dignos y aplicar en la trincherita de cada uno, una
buena parte de lo que vos nos enseñaste.

                                                                     Jorge Mota (CI 3 772 456 - 8)


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martes, 26 de febrero de 2013

Recibidos el 25/2



Yo estuve, porque no hay que dejar que el huevo de la serpiente avance
y porque la justicia debe ser profundamente saneada y porque la impunidad
tiene que ser definitivamente eliminada.

Entre otras de mis razones como un militante de la vida que no olvida,
por dar dos nombres simbólicos, a los maestros Elena Quinteros y Julio Castro,
entre tantas víctimas de la dictadura cívico militar.

Daniel Viglietti

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La primera vez que la Jueza Mariana Motta me tomo declaración por la causa de torturas,
asesinatos y todo tipo de violaciones a los derechos humanos en el Boisso Lanza (FAU) ,
quede sorprendido. Nunca imagine encontrarme en el Poder Judicial alguien así: humano,
respetuoso, que preguntara con la profundidad necesaria como para descubrir las verdades
y no cumplir meramente con las formas. Luego con el transcurso del expediente quedo en
claro su grandeza al punto que nos concedió a las víctimas un careo presencial con nuestros
torturadores INCREIBLE!!!  Poder enfrentarlos cara a cara, ver como bajaban las miradas
y se escudaban en un silencio cobarde; fue para los que lo vivimos algo que no tiene precio.
Gracias a esa acción  de la jueza, pudimos en parte sentirnos artífices de un mínimo acto
de justicia con el pasado.
Por eso ponerle palabras, pocas además, a lo que vivimos en la SCJ, el pasado viernes 15/2,
se me hace difícil. Hacía tiempo, demasiado, que no se respiraba un clima de tanta fraternidad
entre nosotros y de dignidad y firmeza ante los atropellos del poder.

Hacía tiempo que no reventaba, de un modo tan espontaneo la rebeldía.
En instante renació  todo lo bueno que provoca la lucha!
En el pasado (parece lejano pero  no lo es tanto) supimos vivir, día a día,
lo que esta vez se expresó puntualmente en el caso de la Jueza Motta: esa fuerza,
también alegría, que se siente cuando se enfrenta con coraje las injusticias,
como ser su traslado arbitrario más allá de formalidades administrativas,
con la diferencia quizás que en aquellos días teníamos la firme convicción de que
era posible cambiar el mundo. Hoy parece como que este mundo tan distinto al sonado,
es el que ha cambiado las cabezas de ayer.

Para quienes hemos seguido CREYENDO EN LA LOCURA hoy empenados en defender, no solo los
derechos humanos, si no también, nuestra tierra y evitar el saqueo imperialista,
el rebrote de sentires rebeldes que sacan para afuera lo mejor de nosotros mismos, es
sin duda una oxigenación de la esperanza.


Yo estuve y seguiré acompañando la causa de la verdad y la justicia,
tan esquiva en este país, pero tan imprescindible como único camino
para conservar la condición de llamarnos humanos.

Santiago Clarabolla

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¡Un abrazo solidario a la Jueza Mota por su dignidad y coraje!

Ademar Olivera

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aunque estoy aca, tambien estuve allá

Daniel Silber (Argentina)

lunes, 25 de febrero de 2013

del 24/2

Desde la Cuba Revolucionaria

Estoy lejos, pero estuve. Junto a los recuerdos de mis muertos y
torturados. Junto a los familiares que reclaman por la verdad.

Estoy lejos, pero junto a un pueblo que esta entero frente a
ese tipo de injusticias.


Hugo Wilkins Mendez.
C.I. 11755202

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No pude llegar, pero estoy junto a Mariana Mota y la suma de indignados
ante el patoterismo disfrazado (apenas) de la Suprema Corte
y demás órganos del Estado.

Virginia Mafio